sábado, 12 de mayo de 2012

Un día en el tour interminable.

Por Paco Sensei.
Cuando eres joven son muy pocas las ocasiones en las que puedes ver a uno de tus ídolos, y verlo tocar en vivo resulta todavía algo mucho más complicado. Por suerte, esta vez yo pude escuchar en vivo a uno de esos ídolos.

 En año nuevo todos buscamos nuevas formas de empezar bien el año: que si los calzones rojos, nos ponemos a barrer monedas en la entrada de la casa, entre otras cosas. Yo este año decidí empezarlo de otra forma, dando una vuelta en mi patineta y escuchando nada mas y nada menos que a Bob Dylan. En ese momento nunca imaginé que unos meses después estaría parado en un foro patrocionado por Pepsi, esperando a que Bob Zimmerman hiciera su aparición en el escenario y nos dejara callados a todos en el preciso momento en el que toma su armónica y hace lo que pocos saben hacer.

 Había escuchado muchas cosas de las presentaciones de Dylan: algunos decían que ya queda poco de lo que era, otros que es muy berrinchudo por lo que en cualquier momento el concierto podría terminar, otros decían que en vivo suele cambiar los ritmos y música de las canciones. Para serles sincero a mi no me importaba mucho de lo que dijeran, fuera bueno o malo yo quería presenciar esos momentos. Por el simple hecho de saber que estaba en una fecha del tour que lleva haciendo desde finales de los 80's, sabía que valdría la pena.

 Y así fue como hice todo para conseguir mi boleto en preventa y esperar unos días para ver al ídolo en acción. El día llegó, por motivos de escuela yo tuve que llegar al recinto a las 7 de la noche. Estaba muy nervioso, no sabía que tan atrás estaría mi lugar, no sabía que esperar. Aunque debo admitir que mi completa incertidumbre hizo más especial el momento en el que entré al Pepsi center y me di cuenta de que aún podía conseguir un lugar bastante aceptable. Y así esperé dos horas. También platique con una mujer ( no se como se le dice a una mujer de 30, si chava o señora) que al igual que yo estaba ansiosa por el momento. Ella esperaba “Romance in Durango” y yo “Hurricane”.

La espera acabó y sonaron los primero acordes de guitarra de la ya tradicional canción de apertura “Leopard- skin pill- box hat”. Yo sabía que en cualquier momento podía llegar esa canción por la cual empecé a seguir a Bob, sabía que “Tangled up in blue” podía sonar en cualquier momento, y así sucedió al terminar “Things have changed”. El público estaba hipnotizado, desde chavos de 13 hasta señores de 70, la mayoría solo movíamos la cabeza o uno de nuestros pies con el único objetivo de escuchar y disfrutar el momento. Cuando alguien intentaba empezar una serie de aplausos al ritmo de la música, el silencio del publico hacía que ese intento quedará desvanecido. Y así estuvimos un muy buen rato, completamente hipnotizados, como si la única ocupación de nuestra vidas fuera escuchar cada uno de los sonidos que Dylan y sus excelentes músicos producían. Eso si, al final de cada canción los aplausos y gritos eran enormes. Dylan fue a tocar, y nosotros a escuchar. Cada quien tenía su papel y lo cumplía a la perfección.

 Pero algo tenía que sacarnos de la hipnosis, fue cuando casi al final del concierto Dylan y sus hombres decidieron soltar la piedra. Por supuesto que estoy hablando de “Like a rolling Stone”, que logró que el Pepsi center explotará en jubilo. Intentos por corear la canción no se hicieron esperar, pero como es costumbre de Zimmerman, la versión de esta canción tenía muchos arreglos y era complicado cantar al tiempo, no podía quedarse si presentar a sus músicos y así lo hizo al terminar la canción mas esperada de la noche. Para rematar empezó a sonar “All along the watchtower”, en la que quedó claro que esta había sido una noche muy especial para todos.

Poniéndose al frente del escenario junto a sus músicos Dylan se despidió de la audiencia. Los gritos de Dylan y oe oe oe oe Dylan, no se hicieron esperar. Después de un par de minutos Bob y sus músicos regresaron al escenario para ponerle el sello final a esta noche y mandarnos a todos a casa con una sonrisa en la cara. Había llegado el momento de “Blowin´ in the wind”, no se si fue por que quería escuchar mas, pero para mi esta canción no duró casi nada. Supongo que muchos pensaban como yo por que, al terminar los gritos de “otra” y “Dylan” se volvieron a escuchar. Pero esta vez nadie regresó y las luces del foro se prendieron. Era hora de regresar a nuestra vidas cotidianas y dejar esta noche como un gran recuerdo.

 Así fue como formé parte de una fecha del tour interminable.

viernes, 4 de mayo de 2012