miércoles, 16 de febrero de 2011
El Blues de la Nostalgia Subterránea 5/?
Por Jaime Pontones
Los jóvenes de Estados Unidos eran convocados por esa poesía llena de invitaciones a la imaginación, cargada de sarcasmo, saturada de nuevas proposiciones… pocos poetas han logrado llegar a un auditorio tan amplio, y el rock, como fenómeno de comunicación masiva juvenil, logro ganar es espacio para el poeta… Dylan se había convertido en una provocación subversiva en contra del autoritarismo.
En mayo de 1966 un nuevo disco de Dylan recorre los caminos, nos referimos a Blond On Blonde (Rubio sobre rubio). Viene a cerrar la trilogía de su primera etapa rockera y es su punto más alto de creación durante esa época. Muchos dicen que Dylan nunca alcanza, posteriormente, el nivel poético ni musical de este nuevo álbum.
Bueno, irrumpo en tu corredor,
Descanso en tu puerta de terciopelo,
Observo a tu escorpión
Arrastrándose a través de tu suelo de circo,
¿Qué crees que tienes que asegurar?
Sabes que quiero tu amor,
Nena, pero eres muy dura.
“Temporary Like Achilles”
Para muchos, este es el primer disco doble de la historia del rock, otros dicen que fue Freak Out de Frank Zappa y The Mothers Of Invention… en realidad tampoco importa, no son carreras. El valor de Blonde On Blonde no radica en su extensión, sino en su calidad poético-musical.
A principios de 1966, Dylan entra en Nashville a los estudios de grabación de la CBS. Esta vez está apoyado por músicos diferentes a los que le acompañaron en Bringing It All Back Home y Highway 61… Algunos, como Wayne Moss, Joe South y Charlie Mc Coy, sólidos músicos de Nashville, logran armar con Dylan el contundente sonido de Blonde On Blonde. El único músico que pertenece de las sesiones anteriores es Al Kooper, quien realiza un excelente trabajo con los teclados…
"Yo siempre oigo otros instrumentos, como deberían sonar. Lo más cerca que he estado del sonido que oigo en mi cerebro fue logrado en Blonde On Blonde. Ese sonido fino, de mercurio. Oro metálico y brillante, con todo lo que eso implica".
Obviamente todo el mundo puede ser como yo
Afortunadamente ahora otra vez, no muchos pueden
Ser como tú
Bueno, seis caballos blancos que tu prometiste
Finalmente fueron entregados a la penitenciaria.
Pero para vivir fuera de la ley, hay que ser honestos.
Sé que siempre dices estar de acuerdo
Pero ¿Dónde estás hoy, dulce María?
“Absolutely Sweet Marie”
Así es, en un sistema legal tan absurdo, no hay lugar para la honestidad. Para la honestidad amorosa, para la intelectual, para la artística… ¡nada!, dice Dylan, “para vivir fuera de la ley, hay que ser honestos”… honestos con nuestras necesidades, con nuestras intuiciones, con nuestros cuerpos… con nuestras ensoñaciones.
Dylan tiene 25 años, cuando produce su obra maestra Blonde On Blonde, el séptimo de sus discos. Es un recorrido por la música popular estadounidense, en donde rescata la potencia de esa música y demuestra su capacidad para comunicarse con las bases sociales en movimiento… Se registra desde el blues más tradicional, hasta el rock fuerte más perfeccionado, pasando por el jazz y sus variantes. Resumiendo, es uno de los viajes poético-musicales más completos en el rock.
Cuando ella dijo
‘No desperdicies tus palabras, solo son mentiras’
Yo le grite que estaba sorda.
Ella fue a mi cara hasta romperme los ojos
Y luego dijo ¿Qué más te sobra?
Fue entonces cuando me levante para irme
Pero ella dijo.
‘No olvides, que todos tienen que dar algo de regreso
Por algo que han recibido’.
Me quede asombrado, me pare sobre su tambor
Y le pregunté ¿cómo era posible?,
Ella se abrochó las botas,
Se aliso el vestido
Y dijo ‘no te pongas guapo’
Así, metí las manos a los bolsillos
Y registre con los dedos
Y galantemente le di mi último pedazo de chicle.
“4th. Time Around”
Desde finales de 1965 a la primavera del 66, Dylan da conciertos por todos los caminos de Estados Unidos y en Europa. En ellos, The Band lo sigue acompañando por Australia, Paris, no encuentra descanso… en un año y dos meses había producido tres discos, uno de ellos doble, había hecho dos giras por Europa, había viajado por todo Estados Unidos, todas las revistas buscaban entrevistarlo, desde la prensa clandestina hasta el Playboy…
Además hacia la mejor música que se había hecho. Era demasiado… iba a velocidad de la luz. Años después, Dylan reconoce que en esa época su única alternativa para seguir en movimiento eran las drogas… la intensidad de esa época en su vida, recuerda nuevamente a Rimbaud: arrancarle cada momento a la vida para llenarlo de energía:
En Blonde On Blonde escribí todas las canciones en el estudio. Los músicos estaban jugando a las cartas, yo escribía una canción, la hacíamos, ellos volvían a su partida y yo me ponía a escribir otra canción.
Las canciones de este álbum son de gran complejidad poética, sin embargo, en las más extrañas intercala ciertas frases contundentes, llenas de sugerencias, que van marcando los caminos al entendimiento. El disco está lleno de canciones de amor que, después de todo, no son tales; hay también poemas de desamor que en realidad no lo son. Llena los surcos de triángulos amorosos, de sarcasmo social, de advertencias, de largas esperas por la dulce María y de extraños sombreros de piel de leopardo.
En noviembre del año anterior, Dylan se había casado con Sarah Lowndes, cuya relación había empezado en el 64 al separarse de Joan Baez y del movimiento folk. Sarah había acercado a Bob a los secretos del zen y de I Ching, como lo revela su poesía, llena de esos elementos.
Asimismo, abandona su viejo discurso sobre la separación amorosa y analiza en sus canciones las dificultades de la relación hombre-mujer. Parejas que en esta sociedad se encuentran enfrentadas, empujadas a conquistar y retener el poder de uno sobre otra o viceversa; hombres y mujeres que en función del amor glamoroso, estilo Hollywood, olvidan lo que es la solidaridad. Estas canciones arremeten contra esos juegos que parece que todos estamos obligados a jugar…
No era capaz de ver lo que tú podías enseñarme,
Tu mascada mantenía bien escondida a tu boca.
No era capaz de ver como podías conocerme,
Pero decías conocerme y yo creí que era cierto.
Cuando secreteabas a mi oído.
Y preguntabas si me iba contigo o con ella,
Yo no creía lo que estaba oyendo
Yo no me daba cuanta lo joven que eras.
“One Of Us Must Know (Sooner Or Later)”
Está bien, cada quien resuelve sus culpas como puede. De pronto, el sonido de un circo rocanrolero sale de los surcos de Blonde On Blonde… es “Rain Day Women No. 12 & 35” (Mujeres de días lluviosos números 12 y 35):
Te apedrean cuando estás en la mesa del desayuno,
Te apedrean cuando eres joven y apuesto,
Te apedrean cuando intentas ganar lana,
Te apedrean y luego te desean buena suerte
Pero yo no me sentiría tan solo,
Todos deben ser apedreados.
“Rain Day Women No. 12 &35”
“Everybody must get stoned”… Dylan juega con las palabras. “Get stoned”: ser apedreado, En el lenguaje de ciertos grupos juveniles de la época significa fumar mariguana… ¿Qué es esto entonces?... ¿una invitación a las drogas?.
Dylan sigue adelante con “Stuk Inside Of Mebile With The Memphis Blues Again” (Atascado en Mobile otra vez con el blues de Memphis), Jack Kerouac, el prosista más destacado de aquel ejercito de ángeles locos que eran los beats, en su novela On The Road (En el camino) habla de Mobile como el cementerio de las autopistas desiertas… un trayecto pleno de situaciones ridículas, protagonizadas por los que viven tras las rejas de la cotidianidad. En este cementerio de autopistas, Dylan hace un invento de la temática de la generación beat, tal es el poder ejercido por algunos, los prostíbulos, la muerte sin sentido, la vida sin placer, los sueños alucinados, el lamento corrosivo.
El senador llego hasta aquí, mostrando su pistola a todos,
Regalando boletos para la boda de su hijo
Y a mí por poco me apañan,
Y no hubiera sido de suerte, ser agarrado sin boleto
Y descubierto bajo un camión…
Entonces dije: ‘vamos tú debes saber sobre mi acompañante’
Y ella dijo: ‘tú acompañante sabes solo lo que necesitas
Pero yo sé lo que quieres’.
Y aquí estoy pacientemente sentado,
Esperando a descubrir el precio
Que tienes que pagar
Para evitar pasar por todo esto dos veces.
“Stuck Inside Of Mobile With The Memphis Blues Again”
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Hola señor (?), doctor (?) dylanófilo Jaime Pontones. En su momento, por allá de los últimos 80s era radioescucha de ese genial programa suyo dedicado a Don Bob Dylan ("El blues de la nostalgia subterránea). No sé si eso me haga parte integrante de la "banda utópica", pero no importa. Quiero saber si es posible conseguir el respaldo en audio de esos magníficos programas y, si fuera posible, que debo hacer para ello.
ResponderEliminarGracias