Jaime Pontones conversó con Gaby Warketin a propósito del deceso del Maese Leonard Cohen, les compartimos el audio respectivo:
https://soundcloud.com/user-896209615/leonard-cohen-conversacion-entre-gaby-warketin-y-jaime-pontones
jueves, 29 de diciembre de 2016
Bob Dylan, Premio Nobel de Literatura 2016, videocápsula en voz de Jaime Pontones
https://www.facebook.com/210514669000037/videos/1273980885986738/
Visions of Johanna, traducción de / y en voz de Jaime Pontones
Jaime aceptó la petición de grabar su traducción de Visions of Johanna, del maese Bob Dylan.
Aquí el link para que lo escuchen:
https://soundcloud.com/user-896209615/visiones-de-joanna-traduccion-por-jaime-pontones
viernes, 6 de mayo de 2016
miércoles, 17 de febrero de 2016
Mi memoria de la Banda Utópica
Por Alma Colín
Utopía, la sola mención alborota los recuerdos y los sentidos, con nostalgia de un ayer que se fue y nunca volvió, pero que aún se deja atrapar a pedazos, a pedacitos (como el día que brinqué de gusto porque pensé que Pontones volvía a la Radio con Julia Palacios. Pero no, sólo era un programa anunciado como el regreso de Radio Alicia en un sábado de 2013 si mal no recuerdo) y después la nostalgia se volvió a acomodar en el baúl de los recuerdos.
Cómo olvidar esos ayeres de Utopía, cuando la incertidumbre de un futuro se sostenía con una comunidad conectada a una voz. Una voz que mediaba entre el sentido de la letra de una canción y la audiencia. Rock 101 era mi fiel compañera, voces entrañables que más que conducir programas, daban un sentido a la radio. Y de entre todas esas voces, estaba esa voz, esa voz que inquietaba e invitaba a soñar, a perseguir el sueño, a abrir puertas inexploradas, a no conformarse con las zonas de confort, a construir la Utopía propia.
Eran mis tiempos Cecehacheros, en los que me sentía especial por pertenecer a la Banda Utópica, era parte de esa colectividad de la cual nunca vi el rostro y sin embargo, la reconocía en cualquier punto de la ciudad, a bordo de un transporte público que sintonizaba Rock 101, o en alguna charla callejera que aludiera al Buen Pontones, al Maestro Pontones. Pero Utopía era para escucharse en privado, a solas, en el rincón favorito de la recámara o sobre la cama, relajada, a oscuras, a puerta cerrada; era mi hora, mi tiempo intocable, innegociable. Para mí esta era condición necesaria para dejar volar la imaginación e ir en busca de la utopía, permitir que cada nota musical me conmoviera en lo profundo, me erizara la piel. Aun recuerdo estremecerme con las piezas mas contestatarias, las clásicas, las melosas, por ahí desfilaban Dylan, Pink Floyd, Greateful Dead, Donovan, Velvet Underground, Moddy Blues,……por ahí desfiló la memoria musical del ´68, Vietnam, el preludio de la caída del muro de Berlín, y la interminable lista…… todo tiene un contexto, un fondo que lo mantiene vivo, una memoria que se resiste al olvido……. Snifff! Suspiro!!
Y de pronto the dream is over, el Gurú de la Banda Utópica ya no estaría, había un punto final. Alicia dejaría de atisbar en las puertas……y yo no lo podía creer, no era justo, pensaba.
En realidad nunca entendí por qué se acabó mi tiempo con Pontones, por qué no volvió a la radio; siempre mantuve la esperanza de que iba a aparecer en cualquier momento, al igual que Luis Gerardo Salas. Ya no recuerdo si fue al mismo tiempo o poco después se acabó Rock 101, y yo: -queeeeé y ahora qué voy a escuchar. Quién va a acompañar mis días, mis ideas musicales. Y reconocí la nostalgia, la nostalgia que desde entonces se me instaló de aquellos días, y de la cual sólo vuelvo a hablar cuando encuentro a alguien que haya coincidido. Lo único que me quedó fue mi memoria y algunos cassettes que ya no tengo dónde escucharlos, con grabaciones de algunos programas de Utopía, de Ideas Musicales, del programa de Jordi Soler, que ya no recuerdo cómo se llamaba.
Hace poco conocí a un chico que dice haber trabajado en la cabina de Rock 101 y conocer a toda esa banda y esa noche acaparamos la conversación de un grupo de amistades regodeándonos en los recuerdos de la Banda utópica, repasando la historia propia junto a la voz que a ambos nos conmovía, la del buen Pontones.
Por todo ello, cómo olvidar esos ayeres utópicos.
Utopía, la sola mención alborota los recuerdos y los sentidos, con nostalgia de un ayer que se fue y nunca volvió, pero que aún se deja atrapar a pedazos, a pedacitos (como el día que brinqué de gusto porque pensé que Pontones volvía a la Radio con Julia Palacios. Pero no, sólo era un programa anunciado como el regreso de Radio Alicia en un sábado de 2013 si mal no recuerdo) y después la nostalgia se volvió a acomodar en el baúl de los recuerdos.
Cómo olvidar esos ayeres de Utopía, cuando la incertidumbre de un futuro se sostenía con una comunidad conectada a una voz. Una voz que mediaba entre el sentido de la letra de una canción y la audiencia. Rock 101 era mi fiel compañera, voces entrañables que más que conducir programas, daban un sentido a la radio. Y de entre todas esas voces, estaba esa voz, esa voz que inquietaba e invitaba a soñar, a perseguir el sueño, a abrir puertas inexploradas, a no conformarse con las zonas de confort, a construir la Utopía propia.
Eran mis tiempos Cecehacheros, en los que me sentía especial por pertenecer a la Banda Utópica, era parte de esa colectividad de la cual nunca vi el rostro y sin embargo, la reconocía en cualquier punto de la ciudad, a bordo de un transporte público que sintonizaba Rock 101, o en alguna charla callejera que aludiera al Buen Pontones, al Maestro Pontones. Pero Utopía era para escucharse en privado, a solas, en el rincón favorito de la recámara o sobre la cama, relajada, a oscuras, a puerta cerrada; era mi hora, mi tiempo intocable, innegociable. Para mí esta era condición necesaria para dejar volar la imaginación e ir en busca de la utopía, permitir que cada nota musical me conmoviera en lo profundo, me erizara la piel. Aun recuerdo estremecerme con las piezas mas contestatarias, las clásicas, las melosas, por ahí desfilaban Dylan, Pink Floyd, Greateful Dead, Donovan, Velvet Underground, Moddy Blues,……por ahí desfiló la memoria musical del ´68, Vietnam, el preludio de la caída del muro de Berlín, y la interminable lista…… todo tiene un contexto, un fondo que lo mantiene vivo, una memoria que se resiste al olvido……. Snifff! Suspiro!!
Y de pronto the dream is over, el Gurú de la Banda Utópica ya no estaría, había un punto final. Alicia dejaría de atisbar en las puertas……y yo no lo podía creer, no era justo, pensaba.
En realidad nunca entendí por qué se acabó mi tiempo con Pontones, por qué no volvió a la radio; siempre mantuve la esperanza de que iba a aparecer en cualquier momento, al igual que Luis Gerardo Salas. Ya no recuerdo si fue al mismo tiempo o poco después se acabó Rock 101, y yo: -queeeeé y ahora qué voy a escuchar. Quién va a acompañar mis días, mis ideas musicales. Y reconocí la nostalgia, la nostalgia que desde entonces se me instaló de aquellos días, y de la cual sólo vuelvo a hablar cuando encuentro a alguien que haya coincidido. Lo único que me quedó fue mi memoria y algunos cassettes que ya no tengo dónde escucharlos, con grabaciones de algunos programas de Utopía, de Ideas Musicales, del programa de Jordi Soler, que ya no recuerdo cómo se llamaba.
Hace poco conocí a un chico que dice haber trabajado en la cabina de Rock 101 y conocer a toda esa banda y esa noche acaparamos la conversación de un grupo de amistades regodeándonos en los recuerdos de la Banda utópica, repasando la historia propia junto a la voz que a ambos nos conmovía, la del buen Pontones.
Por todo ello, cómo olvidar esos ayeres utópicos.
Etiquetas:
Banda Utópica Utopía 101 Jaime Pontones.
miércoles, 27 de enero de 2016
Retransmitiendo el Génesis
Por Oscar López
Aunque definitivamente no viví la época de los llamados “fabulosos sesentas”, debo confesar que la música pop-rock-blues-folk-etc. creada en esos años me fascina y que por supuesto a la fecha sigo escuchando, aún tengo esa costumbre. Seguramente lo empecé a hacer gracias a mi papá que solía comprar algunos discos además de una tía que regularmente sintonizaba Radio 590 La Pantera, Radio Éxitos o Radio Capital; todas ellas sonando en la amplitud modulada, muy populares todavía en los setentas y ochentas. En ese entonces, escuchaba esas estaciones como música de fondo mientras yo hacía tareas o jugaba con mis hermanos y primos, de hecho las rolas me gustaban pero por supuesto no sabía nada de las canciones ni los intérpretes.
Ya a mediados de los ochentas, descubrí Rock101 en la FM y con ello la música de mi generación, pero también las ideas musicales que me recordaban esos episodios de mi infancia, así que me encantaban esos programas que invocaban al espíritu de los 60s con Radio Alicia y las cápsulas del rock and roll encapsulado y hasta las viñetas en las Ideas Musicales que nos daban información de las rolas. Eso era fantástico.
En particular ese locutor de apellido Pontones, que se dejaba escuchar en Rock 101 con esa característica y mormada voz, le daba la tonalidad, el sabor y el matiz adecuado a cada una de esas rolitas sesenteras, al presentarlas y explicarlas, incluyendo desde luego el texto y el contexto. Además nos daba buenas muestras con maravillosos promos del Tiempo Alterado, Radio Alicia y qué decir del programa Utopía.
Y fue entonces que aprendí que Clapton, aún en su época cremosa, tocó su majestuosa lira en While My Guitar Gently Weeps (sí, con The Beatles!) y que la canción Martha My Dear en realidad no fue dedicada a un amorío de Paul McCartney sino a su perrita pastor inglés (chale!). Claro está que en esa época no existía el Wikipedia ni nada por el estilo para conocer más de las bandas además de su música, a lo más contábamos con el notitas musicales y, en el mejor de los casos, con la revista Conecte.
Ya finalizando los ochentas, con ese boom del Rock En Tu Idioma, le entré bastante a la onda del rock en español y por supuesto que Espacio 59 se creó como anillo al dedo para escuchar todas esas rolas que se cantaban no solo en Siempre en Domingo sino además bastante música alternativa y desconocida, eso sí, cantada en nuestro idioma. Esto pasaba en la AM pero con el patrocinio de Rock101, así que eso ya era garantía.
Y de pronto, un cambio radical en esa frecuencia de amplitud modulada y aparece Radio Alicia. En un principio me sacó de onda saber de este cambio tan abrupto, debo confesar que al principio me molesté por ello, pues creí que era una mala jugada sabiendo que el boom del rock en español estaba todavía sucediendo, pero al paso del tiempo entendí que ahora ese espacio pertenecía nuevamente a la música de los sesentas y con ello la retransmisión del génesis. Nuevamente lo celebré.
Al paso del tiempo, incluyendo la finalización de Radio Alicia en AM, escuchar esa musiquita, como dice Pontones, y poner mis disquitos, como también dice Pontones, siguió siendo una buena costumbre para mí. De hecho todavía lo es aunque ahora también existen los Spotifys, los iTunes, los TuneIns y los Rock101s.com, que también nos permiten redescubrir esa maravillosa música y entonces una y otra vez más, retransmitir el génesis.
Qué buena costumbre!
Etiquetas:
Radio Alicia,
Utopia Jaime pontones
Suscribirse a:
Entradas (Atom)