martes, 25 de enero de 2011

El Blues de la Nostalgia Subterránea

En el verano de 1985 salió al aire “El blues de la nostalgia subterránea”, una serie de treinta programas de radio sobre la vida, la poesía y la música de Bob Dylan. Fue transmitida en el programa Sonorock 8 de la emisora de FM Rock 101. Algunos meses más tarde di una copia de los guiones de esos programas al naftalino Federico Arana. El los llevó a Editorial Posada y un buen día me llamaron para “discutir sobre mi libro”… Me sugirieron que de los guiones hiciera un libro y… pues salió esto, que tal vez sea “un libro”.

En el texto se han traducido algunos fragmentos de canciones con el fin de ilustrar el rollo. Al final hemos incluido numerosas traducciones para apreciar algunos poemas-rolas completos.

Quiero agradecer a todos los cuates y cuatas que de alguna u otra forma colaboraron conmigo en este vieja dylaniano, en especial a Alfonso González (“el terror de la Del Valle”) y a Julia Palacios, por el material que me prestaron; a Luis Gerardo Salas por el especio radiofónico; a Irma Martínez y Julieta Valtierra por la mecanografía paciente de mis garabatos, y a Federico Arana por creer que todo esto valía la pena… ¿Estará en lo correcto?

Mientras, el bufón canto para el rey

Y la reina en un abrigo prestado

A James Dean,

Con una voz que venía de ti y de mi

Don Mc Lean

1

No sigas a los líderes

“SUBTERRANEAN HOMESICK BLUES”…Blues de la nostalgia subterránea… ¿O será el blues subterráneo de la nostalgia?... Algunos dicen que es el blues subterráneo y nostálgico… Realmente no importa, son solo juegos de palabras y sentimientos: “Si no entiendes, entonces no va dirigido a ti”, dice Dylan. No importa, son solo juegos y todos entendemos… son los 60 y todos entendemos… Dylan nos habla con un grito que viene de ti y de mí, un canto ilimitado, una voz sin restricciones. Es el “Subterranean Homes Blues” y todos entendemos:

Aléjate de esos que traen manguera de fuego,

Mantén limpia la nariz,

Vigila la ropa del diario;

No necesitas del meteorológico

Para saber por dónde sopla el viento…

“Subterranean Homesick Blues”

Si, sabíamos quienes traían la manguera de fuego, sabíamos de quienes había que alejarse; la generación sabía por donde soplaba el viento y Dylan hablaba por la generación: era nuestro poeta y era nuestro músico.

Su vida artística empieza en marzo de 1962 con el primer disco llamado, sin mayores complicaciones, Bob Dylan y en 1986 aparece Knocked Out Loaded; en este 1988 ha empezado a rodar el más reciente… La rueda está aún en movimiento.

Nos proponemos aquí hacer un recorrido por la vida creativa dylaniana en siete periodos. El primero, el folk, inicia en 1962 y termina en el 64. Canciones de protesta social y de amor llenan esta fase. Rolas sencillas y directas que recogen una crítica del sueño estadounidense con su racismo, su militarización, su invitación al consumo y su dudosa moral. En estos trabajos, Dylan utiliza únicamente la guitarra y armónica para acompañar su fuerte voz.

Por ejemplo, “A Hard Rain Is Gonna Fall” (Una fuerte lluvia caerá), la que el propio Dylan califica de una canción desesperada, escrita durante el conflicto de los misiles soviéticos en Cuba en 1962, es un llamado de atención ante el peligro nuclear…la fuerte lluvia:

¿Qué oíste, hijo mío de ojos azules?

¿Qué oíste, pequeño mío?

Oí la canción de un poeta muerto en la zanja,

Oí el sonido de un payaso llorando en el callejón.

Y una fuerte, una fuerte, una fuerte lluvia caerá.

“A Hard Rain Is Gonna Fall”

El Segundo periodo abarca de fines de 64 al 66. Aquí deja la acústica y el folk encontrando una nueva forma de rebelarse: el rock.

Cuando tu madre devuelva todas tus invitaciones

Y tu padre explique a tu hermana

Que estas cansada de ti misma y de lo que creaste

¿No vendrás a verme, Queen Jane?

“Queen Jane Approximately”

Se electrifica, entra al rock, abandona la protesta directa y ve la puerta abierta para experimentar con sus textos, con su poesía.

En este lapso graba tres de sus discos más importantes, uno de ellos doble, todo esto viviendo a la velocidad de la luz, en una explosión de creatividad que termina con una moto estrellada en junio de 1966.

Entonces abre la puerta del rock a la poesía o, mejor dicho, abre la puerta de la poesía al rock… tampoco importa, en esos años el rock y la poesía se emborrachaban juntos.

Cuando todos tus consejeros pongan su plástico a

Tus pies para convencerte de tu dolor

Intentando demostrar que deberías ser más drástica

En tus conclusiones

¿No vendrás a verme, Queen Jane?

“Queen Jane Approximately”

Durante todo el 67, Dylan permanece en silencio; vivir a la velocidad de la luz es un exceso. Después de su accidente se recluye en Woodstock, N. Y., lejos de todo. En este periodo trabaja en el sótano de su casa con músicos amigos, y años después, en 1975, se edita un disco doble con esos trabajos.

Tras el primer silencio en su obra, Dylan sale a la calle en enero de 1968 con nuevas dudas, nuevas provocaciones y alguna proposición. Muchos ven, de 68 a 70, un momento decadente de Dylan, pues parece que no hay proposiciones musicales nuevas y extrañan la enorme fuerza de los textos anteriores.

No obstante este silencio, explora nuevas rutas y las recorrerá pase lo que pase. En su momento revisaremos los resultados y cada quien tendrá elementos para decidir.

No hay razón para excitarse,

Dijo el ladrón amablemente,

Muchos aquí de entre nosotros

Piensan que la vida es solo una broma,

Pero tú y yo hemos pasado por eso

Y ese no es nuestro destino;

Dejémonos de falsedades,

Se está haciendo tarde.

“All Along The Watchtower”

Entre 1970 y 74 Dylan vuelve a guardar silencio, solo interrumpido por la presentación en 1972 en el concierto de beneficio a Bangladesh, organizado por George Harrison, quien acompaña a Dylan con la guitarra eléctrica; Leon Russell en el bajo alcanza a salir de fondo.

El invierno se acerca,

Las ventanas están llenas de escarcha.

Fui a decirlo a todos

Pero no pude pasar.

Bueno, quiero ser tu amante, chava,

No quiero ser tu jefe.

No digas que nunca te lo advertí

Cuando tu tren se haya perdido.

“It Takes A Lot To Laugh, It Takes A Train To Cry”

El concierto es únicamente un paréntesis seguido de otro: la banda sonora de la película Pat Garret & Billy The kid, de Sam Peckinpah. Además, Dylan aparece en la película en el papel de Alias. “¿Alias qué?... alias lo que ustedes quieran.”

En 1974 se inicia un nuevo periodo de Dylan, constituido por un retorno al rock fuerte del 65 y el 66. El rock es revisitado por su poeta, por su profeta… por su traidor, dirían algunos. Dylan se reúne con sus viejos compañeros de The Band (La banda) y sale al camino a apedrear ingenuidades. De aquí al 76 y hasta el 78 se registra una nueva fase en la vida artística de Dylan, en la cual se dedica de lleno a un proyecto cinematógrafo –que al final no tuvo éxito- y en lo musical es un periodo de tránsito. En el 78 organiza una banda, sale camino a Japón y a su regreso graba Street Legal, álbum que como todos los anteriores está lleno de extraños paraísos y sorpresas.

Hay una melancolía del diamante blanco en el

Lado oscuro de esta habitación, y un sendero que

Conduce hasta las estrellas.

Si no crees que hay un precio por este dulce

Paraíso, recuérdame que te muestre mis cicatrices.

“Where Are You Tonigth”

Su poesía sigue siendo fuerte, madura, contundente, llena de imágenes posibles. Dylan está en tránsito, portando una licencia para circular.

En 79 termina la transición, iniciándose una etapa que durara hasta el 81. La etapa religiosa de Dylan. Se convierte en un “Jesus freak” dispuesto a convencer a todos; pone toda su capacidad poética y musical al servicio de Dios. Sus canciones se vuelven rezos, oraciones; de pronto es inquisidor, de pronto suave. Está preocupado por la falta de religiosidad de los hombres y quiere anunciar la nueva venida de Jesucristo.

No llores y no te muevas y no te consumas

Porque como un ladrón nocturno

El reemplazara el mal con el bien

Cuando el regrese…

“When He Returns”

Dylan es ahora un mensajero de Dios, un predicador de su palabra; nace una vez más, ahora disfrazado de ángel: esta salvado y hace disparos de amor a diestra y siniestra.

Y ellos me miran y fruncen el ceño

Les gustaría echarme de esta ciudad

No me quieren cerca

Porque creo en ti.

“I Believe In You”

Así, como en la época de las catacumbas romanas, Dylan se propone mártir.

¿Cuánto tiempo puedes odiarte por la debilidad

Que ocultas?

De cada plan terrenal que el hombre conozca

El es diferente

El tiene sus planes para establecer su trono

Cuando el regrese.

“When He Returns”

Parece preocupado por robarse la corona de espinas. La última fase en el largo camino dylaniano inicia en 1983.

Tras unos años de ausencia, aparece otra vez en la calle con lentes oscuros como en los viejos tiempo. El disco se llama Infidels; ¿acaso quiere decir infidelidades? En la foto de la funda interior, aparece la ciudad sagrada a espaldas de Dylan. ¿Y eso?, ¿Qué quiere decir?, ¿volteo Dylan la espalda a Dios?

Dylan, 25 años en el camino, 29 discos grabados, sin incluir el concierto de Bangladesh.

El blues de la nostalgia subterránea es un recorrido por esos años, por esos discos: una escapada por los infiernos y los paraísos dylanianos. Dylan el beatnik, el poeta maldito, el roquero, el jipi, el folk Singer, el doctor honoris causa de la Universidad de Princeton, el adicto, el predicador, el que sueña con Brigitte Bardot, el porta voz de la generación de los 60, el que le robo el nombre a Dylan Thomas, el místico… ¿Quién es Dylan?... vamos preguntándole.

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